INFLUENCIA PORCINA

No mi estimado lector, no se equivoque, el título de esta entrada no es un error gramatical, ni lleva la intención de retomar al antiguo nombre de la Influenza A (H1N1) con el objetivo de perjudicar al ya muy golpeado sector agropecuario de nuestro país; más bien se enfoca a las últimas actividades publi-electorales que se han llevado a cabo, actividades que desde mi punto de vista tienen todo el perfil porcino si tomamos en cuenta las porquerías que escucho, leo y veo a diario en las campañas y su influencia en nuestros compatriotas. (Aquí debería meter una nota al margen en la cual pido perdón a los puercos por compararlos con nuestros políticos).

Para ser específicos, supongo que ya se topó con ese comercial en el cual, el partido X (para no meternos en honduras) culpa al gobierno federal por manipular la información de la epidemia e inflarla para generar el miedo y  afectar la estabilidad pública.

Aquí cabe hacer un paréntesis, se han dado cuenta, como el PAN había sido un aliado fiel del empresario, de ese ser malévolo, opresor, explotador y millonario a costas de nosotros, los pobres mexicanos y hoy, resulta que habíamos vivido engañados, el plan es exagerar las consecuencias de una simple gripita y con ello, entre otras cosas, atacar a los pobres empresarios, que son fuente de trabajo e impulsores aguerridos de la economía.

Es un hecho que la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el pasado 11 de junio que estamos en medio de una pandemia y en el nivel de alerta más alto, en la primer pandemia del siglo, además previno a México de un rebrote de graves consecuencias. Probablemente, para nuestros amigos del partido X la OMS también manipula esta información para que el PAN logre apoderarse de las delegaciones Magdalena Contreras e Iztapalapa a las que tantas ganas le trae.

Es lamentable saber que un tema de salud de esta magnitud sea utilizado de esta manera tan irresponsable y pueril para conseguir el voto para un partido u otro, pero es más lamentable aún que los receptores de estos mensajes no tengan la capacidad de filtrar tanta porquería.

No me tome a mal querido lector, no pretendo defender la guerra sucia con mi siguiente comentario, ni pretendo decir que es más eficiente que el debate de las ideas, pero creo que comparada con estas calumnias pseudo-teóricas es, al menos, más útil y ¿por qué no? divertida; cada día un partido balconea al otro con videos, grabaciones, fotos, y demás artilugios cochinos. Guerra electoral al más puro estilo Paty Chapoy, basada en la más pura teoría política del doctor honoris causa Pepillo Origel, en la cual, vemos a un empresario darle millones de pesos a un político, o nos enteramos de un senador con el poder de construir carreteras para tener contenta a su querida, o  de partidas secretas o expresidentes con demencia senil o de tantas y tantas declaraciones que al menos, dejan en descubierto toda la porquería y nos dan armas para cuando llegan esos momentos de elegir.

En contraposición, veo al gobierno mexicano, tanto federal como estatal, con un aire triunfalista sobre la epidemia, como si se hubiera ganado una guerra, se hubiera pagado la deuda externa o se hubiera avanzado en el ranking de educación, también veo a la sociedad en una relajación total, como si ya no pasara nada y la influenza hubiera sido un mal sueño. Estoy de acuerdo en reactivar la economía, pero ¿a qué precio?. Todos pedimos por salud ¿no?, de nuestros padres aprendimos que “con salud, todo viene después”, “la salud es lo primero”, etc., Pero cuando este problema se aplica a un país entero ¿debería ser diferente?  ¿qué está primero, la salud o la economía?, claro, en un escenario en el que una excluya a la otra. A final de cuentas, la decisión que se tome siempre será la incorrecta, el gobernante como el cohetero, siempre queda mal. En fin, sólo nos queda esperar a ver la reacción de nuestros gobiernos ante el posible rebrote de la epidemia y esperar también a que la gente tenga el criterio para hacer caso omiso de estos anuncios chafas de ciertos partidos políticos.