Se acaba el año y en el recuento del mismo sólo tengo mucho trabajo, largas jornadas y agotadoras semanas. Este fin de año y sus inagotables reuniones y fiestas por compromiso me hacen encontrar que en el fondo el 2009 no fue sólo trabajo, fueron, también, innumerables fines de semana que pasé con la gente que quiero y que gracias a ellos la vida se hace más fácil, gracias a Pedro, Meyes, Poncho, Lety, Caro y Sergio, por regalarme tantas sonrisas, pláticas, momentos agradables y sobretodo su compañía. Pero más que a nadie tengo que agradecerle a Ceci por estar aquí, siempre, incondicional, por hacerme feliz y por darle a todo este año de terror el sentido de porque hacer las cosas y seguir caminando siempre con una sonrisa, por convertir lo que podía haber sido uno de los peores años de mi vida en el mejor de todos, mi niñolita, gracias por estar siempre a mi lado.
Hace 1 año
2 comentarios:
Más bien gracias por invitarme a ser parte de todo esto.
Un abrazo.
Gracias a tí, Isaac.
Yo también creo que ese compartir el tiempo con ustedes se ha convertido en un oasis que se teletransporta de tu casa a la mía.
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