Nos vamos al Mundial después de arrasar con las potencias futbolísticas de CONCACAF, con la confianza de ganarle por un gol a Estados Unidos en el Azteca, de meterle tres a la poderosa escuadra de Costa Rica en su casa y el aplastador 4-1 con el gran equipo del Salvador creo que demostramos que tenemos talento y capacidad para enfrentar a cualquier otro país en el Mundial.
México tiene que ir al Mundial, ya sea por el área en la que juega las eliminatorias o por el gran negocio que esto representa, creo que sabemos lo que sigue, una primera ronda sufrida pero suficiente para clasificar a octavos de final y luego algún error, penales o cambios jamás hechos o hechos a destiempo y fuera de la justa mundialista. No importa, las grandes marcas, patrocinios y televisoras tienen hecho su proforma con cuatro partidos, con eso sale el negocio.
Lo peor es que con todo y todo ya me veo sufriendo, tal como sufrí las eliminatorias, tal como sufro cada cuatro años. No se que efectos haga el futbol en mí y en la mayoría de los mexicanos que no nos importa conocer la basura que representa y la bola de errores y tranzas que evidencia la selección, pero ahí estamos, al pie del cañón, sufriendo con cada error de Rafa Marquez y gozando con cada gol de Cuauhtémoc.
No me queda de otra, como la mayoría de los mexicanos seguiré gritando con chela en mano: “NOS VAMOS AL MUNDIAL, NOS VAMOS AL MUNDIAL”, mientras ni me entero que Calderón le da con todo a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro. Ni modo, no puedo negarlo, me declaro un mexicano cualquiera.
Por cierto, felicidades Felipillo, ahora si te la rifaste!!!
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