Siempre he odiado los lunes, cada lunes cuando suena el despertador pasa por mi cabeza la idea de dejar de trabajar y dedicarme a la vagancia consuetudinaria, pero de pronto en cuestión de segundos una voz interna, la cual sospecho que es mi conciencia, me convence de dejar de un salto la cama y aventar el edredón de pluma de ganzo (culpable en gran parte de no querer levantarme) y de pronto ya estoy en la regadera sin saber como llegué a ella, a manera de laguna mental de borrachera de prepa.
Odio los lunes, aunque los lunes son redentores, cada semana pienso en dejar todos los vicios y dedicarme al ejercicio o la vida monástica, sentimientos que obviamente van desapareciendo conforme la semana se acerca a su fin.
Odio los lunes, aunque los lunes son de enseñanza, porque cada semana me doy cuenta de mi pequeña humanidad y de lo necesario que es trabajar y esforzarse en la vida para poder, algún día, no sufrirlos.
Odio los lunes, aunque los lunes son optimistas, es el día de la semana en la que pienso que si voy a terminar mis pendientes y que todo saldrá como debe de ser, los lunes son el día de programar, proponer y proyectar por excelencia, programas, propuestas y proyectos que difícilmente se cumplen al llegar al viernes, pero no importa, siempre seguirá otra semana y con ella, otro lunes para acabarlos.
Odio los lunes, afortunadamente los gringos piensan lo mismo y nos regalan las mejores series, el football americano y otros tantos placebos para, al menos por un momento, tener algo que agradecer por ser lunes.
Odio los lunes, aunque cada lunes tengo la oportunidad de escribir alguna tontería en este blog, esto siempre ayuda.
Odio los lunes, aunque los lunes son y siempre serán un sinónimo de inicio y un inicio siempre es bueno, dejar atrás lo viejo y comenzar desde cero, borrón y cuenta nueva.
En el fondo, pensándolo bien, no creo que odie tanto los lunes. ¿Y tu?.
1 comentario:
No te quieras lavar la cabezota, ni ser pupilo de Cornejo.. los lunes valen madres!!! un poquito menos cuando hay MNF. Pero sigue valiendo madre!
Atte. El amargues.
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