viernes, 19 de junio de 2009

A TAN SÓLO 3 SEMANAS, DEBEMOS TOMAR UNA DECISIÓN

Siguiendo la idea de días pasados de Pedro e Isaac sobre las elecciones (que gracias a Dios se acaban en 3 semanas), me han estado llegando varias invitaciones por mail y por facebook de anular mi voto. Esto me ha llevado a ser un mini análisis que me gustaría compartir con ustedes.
Si seguimos las ideas de los máximos pensadores políticos encontraremos en todos ellos que para que exista un régimen democrático se necesita de lo siguiente: elecciones libres, periódicas, competitivas; existencia de más de un partido político; sufragio universal; fuentes alternativas de información y la elección de los cargos más relevantes; entre los elementos más importantes. (Morlino, Rousseau, Sartori, Bobbio, Dahl).

Debido a esto, la idea de no votar se me hace impensable y no pondré énfasis en ello pues vivimos justamente bajo un régimen de esta naturaleza.
Ahora bien, lo interesante es preguntarnos si en una democracia es válido ejercer el derecho a anular el voto y, es más, si existe ese derecho. John Locke afirmó que el pueblo tiene derecho a escoger a sus gobernantes, pero también tiene el derecho a revocarles ese poder bajo el llamado “derecho de resistencia”. Para que este elemento sea utilizado justificadamente, se deben dar alguna de las siguientes opciones:
1. Que el poder sea conquistado por la fuerza.
2. Que el poder haya sido usurpado (es decir, que el que llegó a él no haya sido electo).
3. Que el poder se convierta en dictatorial.
4. Cuando el que está en el poder ya no sea capaz de garantizar el orden público, ya sea por un pleito entre el legislativo y el ejecutivo o porque hay caos en la sociedad.
Si analizamos estas opciones, me parece que la situación actual no nos lleva a elegir ninguno, pero, ciertamente, estamos muy cerca de la opción cuatro. Sólo repasemos los últimos hechos: violencia en las calles generada por una lucha frontal entre capos y por la llegada del ejército a los estados; propuestas de leyes sin resolver por disputas entre partidos que no dejan crecer al país y, que por el contrario, lo inundan de malas decisiones.
En consecuencia, esto me lleva a pensar qué tanto servirá anular el voto cuando todos los partidos tienen sus votos duros asegurados y podrían llegar a quedar igual en número de curules que la elección pasada; esto aunado a que no existe en el sistema electoral forma de captar a los que lo anularon por inconformidad y a los que lo hicieron por una equivocación (que créanme, lo he visto como representante de casilla).
El Dr. Fernández Santillán afirma: “Respecto de la sugerencia de anular el voto, me parece que es un error tomar a la clase política en bloque, como si no hubiese diferencias entre los dirigentes, los partidos políticos y las ideologías vigentes. Se soslaya que una de las conquistas de la democracia mexicana ha sido el abandono del monolitismo y la adopción del pluralismo en las élites políticas. Otro error consiste en sostener que la política es mala y la sociedad es buena. Habría que decir, en cambio, que ni todo es malo en la política ni todo es bueno en la sociedad”.

Si creemos en el proyecto de algún partido debemos votar por ellos pese a si los candidatos son hijos, sobrinos, o compadres de los políticos del más alto nivel, pues estas alianzas familiares se han dado y se seguirán dando en nuestra débil democracia, pero al pasar el tiempo, si todos tomamos responsabilidad de lo que a cada quien nos toca, quizás nuestra democracia se consolide al obtener representantes legítimamente elegidos por la sociedad civil y comprometidos a apoyar a las instituciones y a los ciudadanos que votaron por ellos.
La decisión es difícil pero, nuevamente, vuelvo a mi teoría de que este país sí puede cambiar más que por la vía de la indiferencia, por la vía que muchos otros han tomado: votar por lo que no queremos y apoyar al que tiene un mejor proyecto de nación. Muchos países lo hicieron, el mejor ejemplo que me viene a la mente es Chile, al votar por el NO a Pinochet.
Los invito a ver un video en youtube que me parece interesante… (Está en dos partes).
http://www.youtube.com/watch?v=uUfgijGgxPU&feature=email

2 comentarios:

Caro dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con tu nota, considero que el mal ejercicio del voto nos llevará a cualquiera de las 4 opciones que planteas, Felicidades!

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo, si todos anulamos nuestro voto, la elección la haría el voto duro de los partidos, es decir, no anulamos sólo una boleta electoral sino la capacidad de decisión de los pocos que podemos decidir libremente, sin presiones, alianzas ni conveniencias. Anular el voto se vuelve contradictorio a la esencia que ha generado todo este movimiento, si anulamos el voto estaríamos apoyando a que todo siga igual, que inteligente decisión.

ITQ