miércoles, 5 de agosto de 2009

CONVERSACIÓN CON NICOLÁS

Así lo tituló Luis Pavón –poeta converso-. Supongo que no estaba en desacuerdo con Nicolás Guillén por su poema “Pasan Días”, pero tampoco coincidía del todo con él. Prefirió el diálogo, su expresión de puntos de vista, presentar su concepción del tiempo y la asociación de éste con la vida escribiendo él –también- un poema.

Creyó así que era mejor la poesía para expresar su desacuerdo que la fuerza o la violencia. Supo que sólo desde la poesía podría escuchar y ser escuchado por el poeta.

Y el tiempo, como objeto de estudio en relación con la vida, se ensancha; lejos de verse reducido, como pareciera y parece hoy ante muchos, ve acrecentado su valor. Nuevas concepciones creativas e impulsoras acerca de él germinan en el corazón de ellos, los poetas para, a su vez, echar raíz en quienes deciden hacer realidad sus metáforas.

Ya bastante empequeñecido han querido hacer ver los financieros y empresarios al tiempo con ello de que el “tiempo es dinero”, o los políticos, al querer que resistamos indefinida, perennemente, una crisis más. O los militares, tomándolo como medida de la capacidad de destrucción de sus nuevas armas.

Sin más preámbulo, los dejo con la “respuesta” de Luis Pavón al poema “Pasan Días”, de Nicolás Guillén.(Por cierto, me olvidaba decir que de lo que apostató nuestro querido Luis Pavón fue de la milicia. Hago votos para que haya más de esas conversiones en nuestro país y el mundo.)


CONVERSACIÓN CON NICOLÁS

Suave galaxia de penumbra grave
corona como el tiempo tu cabeza,
y alguna mariposa sin certeza,
y alguna grave flor de aroma suave.

La palabra, que a ser palabra empieza,
antes que este silencio nos acabe,
viaja por galerías de tristeza
a ritmo de guitarra, orden de clave.

Digamos que la vida sin ser ave
pasa en su vuelo y de pasar no cesa
porque otra cosa que pasar no sabe.

Es la vida, de parca gentileza,
suave galaxia de penumbra grave
que alumbra, como el tiempo, tu cabeza.


3 comentarios:

Isaac dijo...

Pero a todo esto, ¿tu que piensas? ¿la vida pasa o no pasa o si pasa pero sólo pasa lo que pasa y no lo que debería pasar?

Saludos

Pedro dijo...

La vida pasa y si uno quiere, la vida lo hace a uno soñar, saber, ser más. Es la oportunidad por excelencia.

Para que pase lo que tenía que pasar creo que hay que planear mucho, conspirar, inducir. Es posible. Es cosa de creatividad, de persuadir.

Pero sí, si por la vida fuera no pasaría lo que debería de pasar ni tendríamos lo que tenemos que tener.

Isaac dijo...

Bueno, de que pasan, pasan y así lo afirma Guillén, sin embargo, él habla de esos días que pasan como si no pasaran, pasan como quedándose, como sin querer pasar. Cada día igual, idéntico al anterior, días en los que sólo te das cuenta que pasan por los efectos irrenunciables de ese traicionero paso del tiempo. De la vejez de los muros que van mostrando edad como los hombres mismos, de la vejez del vecino, de la vejez de las flores, de la vejez del espejo, de los que estaban y ya no están, pero los días como tal, pasan como si no pasaran.
Para que los días pasen y pasen queriendo pasar uno debe querer que pasen y buscar que cada día sea diferente, que cada arruga tenga una historia distinta, que el muro viejo envuelva espacios jóvenes, nuevos, diferentes o de plano pintemos el muro de colores vivos cada día o cada semana o cada mes o cada que queramos ver que los días pasaron.
La diferencia está en cómo querer que pasen los días de tu vida, como si pasaran o como si no pasaran. Ahora, algunos factores externos ayudan a que pasen o no pasen, en la vieja Habana los días pasan como si no pasaran, en Nueva York pasan como queriendo correr, pero esos factores externos es otro tema.
Saludos.